REPORTAJES
09-Mayo-2021
NICOLÁS MEJÍA, UNA NUEVA ESPERANZA PARA EL TENIS COLOMBIANO.
Por Samuel Miranda.
Las semanas de Mejía en Salinas lograron dejar al colombiano en su mejor ránking ATP y llenando de esperanza a todo su país, siguiendo muy de cerca la carrera de Daniel Galán.
Semana tras semana, nuevos jugadores van haciendo sus presentaciones dentro del circuito, ya sea ATP, Challenger o ITF. Nuevas promesas comienzan a sembrar sus semillas, esperando cosechar éxitos en un futuro no tan lejano. Sudamérica no es la excepción a la regla, y es que a pesar de que en los últimos años entre Europa y Estados Unidos han dominado el tenis a nivel global, también en el subcontinente austral se están forjando nuevos proyectos todas las temporadas. Aquí es donde entra Nicolás Mejía (Bogotá, Colombia, 11 de febrero del 2000), uno de los jóvenes llamados a ser la punta de lanza del tenis sudamericano a futuro.
Nacido en la capital colombiana, pero criado en Cali, más específicamente en el barrio Santa Teresita, este joven de 21 años de edad, a poco está empezando a consolidarse en el circuito Challenger, después de jugar tan solo 11 partidos a nivel profesional durante el año 2020. Solo hace unos pocos días que consiguió unos de sus primeros hitos importantes en la categoría de plata del tenis profesional, cuando logró llegar por primera vez a la final de un torneo de estas características. Fue en el Challenger 80 de Salinas, en la húmeda y calurosa costa ecuatoriana. El jugador colombiano completó un gran torneo, solo viéndose superado en la instancia final por el ex número 38 del mundo, Nicolás Jarry, el cual le volvería a ganar en la segunda versión del campeonato realizado en Ecuador (que fue categoría Challenger 50), aunque esta segunda vez sería en cuartos de final.
Apoyándose desde unos buenos porcentajes en cuanto a primeros servicios (promedió 72% en los últimos diez partidos, todos en Salinas), en un correcto porcentaje de puntos ganados con sus juegos de saque (64%) y un excelente porcentajes de puntos ganados con la devolución (43%) el jugador colombiano logró vencer a casi todo jugador que se le puso por delante. Cifras que resaltan, y sobre todo pensando en que el tenista vallecaucano tan solo lleva 33 partidos jugados a este nivel.
Y la verdad es que para el espectador general, los resultados de Ecuador fueron relativamente sorpresivos. Mejía no estaba teniendo un buen año, ya que habiendo jugado diez partidos (entre ITF y muy pocos Challenger), contaba con un pobre bagaje de dos y victorias y ocho derrotas. Una ante Fabien Reboul (693° ATP) en un torneo ITF realizado en la academia Rafa Nadal a principios de este año, y otra en marzo, en el Challenger de Cleveland ante Evan Song (542° ATP). El resto de partidos, solo derrotas. Nicolás mide 1.85, es derecho y juega el revés a dos manos. Podríamos denominarlo como un contragolpeador; se caracteriza por tener un gran juego de fondo, con golpes consistentes, parejos y cargados de topspin, y con una movilidad en pista que le permite aguantar mucha intensidad cuando tiene que defenderse. Acostumbra a golpear passings a la carrera cuando el rival sube a la red, sobre todo del lado de la derecha (algo que vimos constantemente en su primer partido con Jarry). Aún así, y a pesar de lo anteriormente mencionado, el colombiano no es un tenista que juegue exclusivamente de fondo. Por el contrario, acostumbra bastante a cerrar los puntos en la red con buenas voleas, haciendo gala de la gran sensibilidad con la que cuenta su muñeca. También tiene una buena gama de golpes para variar ritmos y alturas, utilizando con frecuencia el slice y el dropshot.
Quizás podríamos decir que su tiro más débil es el servicio; que no es malo, pero si tiene bastante margen de mejora, sobre todo el segundo, con el cual ha llegado a perder hasta el 80% de los puntos en algunos partidos. Ex número 4 del mundo en categoría junior, el actual 338° de la ATP es uno de los mayores prospectos tenísticos del continente. No en vano Nicolás es la raqueta número dos de su país y uno de los 8 jugadores sudamericanos de 21 años o menos que está dentro del top 500 ATP. Y eso a simple vista se explica en relación a su reciente participación en Ecuador, donde consiguió avanzar más de 120 puestos (del 465° al 338°). Pero la verdad es que Mejía viene sonando fuerte hace años, y todo el trabajo que ha hecho pasa desapercibido para los que han seguido su corta carrera con atención. Sus grandes participaciones en el circuito junior le abrieron varias puertas importantes. Una de ellas fue ser becado e ingresar a la Academia IMG, el año 2017. La prestigiosa agencia (con el apartado de tenis a cargo del famoso entrenador estadounidense, Nick Bollettieri) ha sido una vía de ayuda para él. Gracias a ella, ha recibido algunas WC para cuadros principales de torneos Challenger en México y Estados Unidos.
Pese a lo conseguido en Salinas, Nicolás es tajante respecto a lo que piensa que debe mejorar. En conversaciones con la pagina web especializada en tenis colombiano, Match Tenis, declaró lo siguiente: "pegándole a la pelota con mucha consistencia y fuerza a la bola". Continuó, "en partidos estuve quedado de físico y eso pasa porque no he tenido continuidad en singles. Mi estructura de juego debo seguirla trabajando y así podré subir más en el ranking". Por lo pronto, el joven tenista colombiano se encuentra en Naples, preparando los próximos torneos que disputará. Empezará la semana del 17/05, en el M25 de Pensacola, dentro del estado de Florida (donde también estarán Nico Jarry, Thiago Tirante y presuntamente otros sudamericanos) y luego se trasladará a los Challenger de Little Rock y Orlando, también dentro del país norteamericano.